Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20 (NTV)
La vida cristiana es una invitación a algo completamente nuevo: ya no vivimos por nuestra propia fuerza, sino que Cristo vive en nosotros. Tener a Jesús viviendo a través de ti es la experiencia más asombrosa que jamás tendrás.
El apóstol Pablo lo expresa con claridad: "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí." Este es un llamado a abandonar nuestro antiguo yo y a permitir que la vida de Cristo se manifieste a través de nosotros. Si Él vive en ti, las personas que conozcas podrán tener encuentros transformadores con Jesús. Cristo quiere usar tu vida para tocar el corazón de aquellos que te rodean. A través de tus acciones, tus palabras y tu testimonio, Él puede hacer algo grande y transformador en la vida de otros.
Cuando vivimos conscientes de que Cristo habita en nosotros, no solo cambiamos nosotros, sino que también nos convertimos en instrumentos de Su amor y gracia para otros. Cada momento se convierte en una oportunidad para que el amor de Jesús brille a través de nosotros.
Oremos
Señor, gracias porque tú vives en mí. Te entrego mi vida para que tú la uses como instrumento de Tu amor. Que cada día refleje Tu gracia y que otros puedan ver en mí la transformación que solo tú puedes dar, amén.
Sigue transformandome para poder ser un instrumento de tu amor y tocar la vida otros
Gracias DIos, que grande es tu amor, que puedes transformarnos para bien
El amor de Cristo transforma vidas. Amén 🙏🏽
Gracias mi Señor, porqué cada día me Transformas más, haces de mí, la Mujer, la Hija qué tú quieres, qué yo sea. AMÉN AMÉN 🙏
Amén