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Dios también habla en la sala de espera

  • Foto del escritor: pastorarielcastro
    pastorarielcastro
  • 17 may
  • 1 Min. de lectura

17 de mayo 2025


"Después de haber esperado con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido."— Hebreos 6:15 (NVI)


A nadie le gusta esperar. Ni en una fila, ni por un mensaje, ni por una respuesta divina. Y mucho menos cuando la promesa es clara pero el cumplimiento parece lejano. La espera incomoda, desespera… pero también forma.


¿Sabías que las salas de espera del cielo no son silenciosas? Aunque parezca que no pasa nada, Dios está hablándote. Está trabajando, no solo en lo externo, sino dentro de ti. La sala de espera es el gimnasio del alma. Ahí se fortalecen la paciencia, la fe, el carácter y la obediencia.


La pregunta no es solo “¿Cuánto más tengo que esperar?” sino: “¿Qué quiere Dios enseñarme mientras espero?”


La espera no es tiempo perdido. Es tiempo sembrado. Y cuando llegue tu turno, cuando se abran las puertas, entenderás que Dios no se retrasó… solo te estaba preparando.


Oremos:


Señor, enséñame a escuchar tu voz en medio de la espera. Hazme fuerte, confiado y paciente. Que la sala de espera no sea un lugar de frustración, sino de transformación. Amén.



7 Kommentare


Lili Becker
Lili Becker
17. Mai

Hola gracias 😊 bendiciones

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RUBY ANABEL Ceron
RUBY ANABEL Ceron
17. Mai

Amén, que la sala de espera sea un tiempo de transformación y se fortalezca mi fe❤️

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Maria Gloria Mosquera Caicedo
Maria Gloria Mosquera Caicedo
17. Mai

Amén

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Cristina Vargas
Cristina Vargas
17. Mai

Si espero con paciencia y pongo toda mi confianza en ti Señor vere Tu Gloria

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Cristina Vargas
Cristina Vargas
17. Mai

Amén. Gracias mi amado Señor ayudame a hacerme fuerte, paciente y a escucharte mientras espero el cumplimiento de tus promesas.

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