No salió como querías, sigue adelante

4 de julio

“Aunque caiga, no quedará tirado, porque el Señor lo sostiene de la mano.”

— Salmos 37:24 (NVI)

A veces hacemos planes, oramos, nos preparamos… y las cosas simplemente no salen como esperábamos. Eso puede traer frustración, desánimo o incluso dudas. Pero recuerda esto: el hecho de que algo no salió como querías no significa que Dios no esté obrando.

Dios no está limitado por tus expectativas. Él ve el panorama completo y sabe cuándo un “no” o un “todavía no” es exactamente lo que necesitas para crecer, madurar o ser redirigido hacia algo mejor.

La Biblia está llena de historias donde los planes humanos fallaron, pero el propósito de Dios permaneció. José fue vendido por sus hermanos, pasó años en prisión… y aun así, llegó al palacio. ¿Y si él se hubiera rendido en medio del proceso?

Cuando algo no sale como querías, tienes dos opciones: quedarte lamentando lo que no fue, o seguir confiando en lo que Dios puede hacer a partir de allí. El fracaso no es el final, es solo una parte del camino. ¡Sigue adelante!

Oración:

Señor, gracias por recordarme que mis planes no siempre son tus planes. Aunque hoy algo no haya salido como yo esperaba, confío en que tú sigues teniendo el control. Ayúdame a no rendirme, a levantarme con fe y a seguir adelante sabiendo que tú me sostienes. Amén.