Sin Dios ni lo intentes

8 de enero 2024

Sin Dios ni lo intentes. Hay un principio en la vida que no podemos ignorar: nuestras fuerzas humanas, por sí solas, son limitadas. Por más esfuerzo que hagamos, por más planes que tracemos, si Dios no está en el centro de nuestras decisiones, todo lo que intentemos será como construir sobre arena.

La Biblia nos recuerda esto claramente en Juan 15:5 (NVI):"Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada."

Este versículo nos enseña que nuestra vida debe estar conectada a Jesús, como una rama está conectada a la vid. Sin esa conexión, nuestras obras carecen de verdadero propósito y poder eterno. Cuando intentamos vivir en nuestras propias fuerzas, el resultado suele ser frustración y agotamiento. Pero cuando dejamos que Dios sea quien guíe y sustente, podemos ver cómo lo imposible se vuelve posible.

• ¿Hay áreas en tu vida donde estás intentando avanzar sin consultar a Dios?

  
  

• ¿Qué cambios puedes hacer para permitir que Él dirija tus decisiones y proyectos?

Oremos:

Señor, reconozco que sin ti nada puedo lograr. Hoy te entrego mis planes, mis sueños y mis cargas. Guía mis pasos, porque quiero permanecer en ti y dar frutos que reflejen tu gloria. Enséñame a depender totalmente de tu gracia y no de mis propias fuerzas. En el nombre de Jesús, amén.