Junio 19 de 2024
"Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor." - Romanos 8:38-39 (NVI)
El amor de Dios por nosotros es verdaderamente inexplicable e incondicional. Es un amor que no depende de nuestras circunstancias, de nuestros aciertos o errores. Es un amor que está presente en cada momento de nuestras vidas, sin importar las pruebas y pruebas que enfrentemos.
En el versículo de Romanos 8:38-39, el apóstol Pablo nos asegura que nada en toda la creación puede separarnos del amor de Dios. Este amor es tan fuerte y poderoso que trasciende cualquier barrera o dificultad. No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más, y no hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame menos. Su amor es constante y eterno.
Es difícil comprender un amor tan perfecto, porque en nuestra experiencia humana, el amor a menudo está condicionado a nuestras acciones o situaciones. Pero el amor de Dios no es así. Es un amor que permanece fiel y verdadero, que nos sostiene en los momentos más oscuros y nos celebra en nuestros momentos de alegría.
Este amor se manifestó de manera increíble en Jesucristo, quien vino al mundo para salvarnos y mostrarnos el camino hacia una relación plena, incondicional y única con Dios. Jesús es la prueba viviente del amor de Dios, un amor que sacrifica, que perdona, y que siempre busca nuestro bien.
Oremos:
Señor, gracias por tu amor sin fin y perfecto. Gracias porque nada en este mundo puede separarme de tu amor. Ayúdame a comprender y aceptar tu amor cada día, y a reflejarlo en mi vida hacia los demás. Que tu amor sea mi guía y mi fortaleza en todo momento. En el nombre de Jesús, amén.
Amen, gracias por tu gran amor por mi.
Amén 🙏 gracias por tu amor mi Dios
Es increíble tu amor, te amo Dios
Amen!!!
Amén🙏🏻