Alabanza y seguir
- pastorarielcastro
- 27 jul
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27 de julio
"Por tanto, ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre." Hebreos 13:15 (NVI)
Hay momentos en los que no quedan fuerzas, palabras, ni ganas de avanzar. La vida pesa. Pero cuando decidimos alabar a Dios —aun en medio del cansancio o la tristeza— algo sobrenatural sucede: su amor desciende, nos envuelve y nos impulsa a seguir.
Alabar no es una simple canción; es una declaración de fe, un grito del alma que reconoce que Dios sigue siendo bueno, aun cuando todo parece difícil. En la alabanza encontramos consuelo, dirección y fuerza. Es como si Dios nos dijera: “Estoy contigo, no te detengas”.
No subestimes el poder de abrir tus labios y adorar, incluso (y sobre todo) cuando menos lo sientes. Porque cuando alabas, el cielo responde. Y su amor se vuelve esa fuerza interior que nos recuerda: ¡sí se puede seguir!
Oración:
Señor, hoy elijo alabarte, aunque mis emociones digan lo contrario. Reconozco que en tu presencia encuentro fuerzas nuevas. Gracias porque tu amor me impulsa a seguir, un día a la vez. Amén.






Amen. Gracias mi Señor porque siempre estás ahí. Ayúdame a reconocerte y alabarte en casa detalle que dispones para mí vida.
Hola gracias 😊 bendiciones mi Señor gracias porque tú amor me impulsa a seguir amén.
Amén 🙏 Se que Tú estás aquí 🙏🤍gracias Señor 🤍🤍🤍