Fortaleciendo mi vida con Dios

"Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas." Proverbios 3:5-6 (NVI)

Fortalecer tu vida con Dios no se trata de hacer más cosas religiosas, sino de conocer más profundamente a la persona de Jesús. Cuando reconoces que no puedes solo, cuando eliges rendirte a Su guía y dejar de depender de tus propias fuerzas, entonces comienza el verdadero crecimiento.

Dios no busca que seas perfecto, sino que seas constante. La fortaleza espiritual no se obtiene en un solo día, sino en una relación diaria con Él. Esa fuerza se construye en lo secreto: cuando oras aunque no tengas ganas, cuando lees la Biblia aunque no entiendas todo, cuando decides obedecer aunque cueste.

El enemigo intentará distraerte, hacerte sentir incapaz o indigno. Pero Dios no se rinde contigo. Cada paso que das hacia Él, Él lo multiplica con gracia. Recuerda que no caminas solo: el Espíritu Santo vive en ti, y su poder es suficiente para fortalecerte en cada área débil.

Oremos:

Señor, hoy decido fortalecer mi vida en Ti. No quiero confiar más en mi fuerza, sino en Tu sabiduría. Enséñame a depender de Tu presencia y a buscarte con todo mi corazón. Ayúdame a ser constante en la oración, en la lectura de Tu Palabra y en obedecer Tu voz. Fortaléceme en lo secreto para vivir con firmeza en lo público. Amén.