22 de agosto 2024
Efesios 6:16: “Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno.”
En nuestro caminar diario, no es raro encontrarnos en medio de tormentas de duda y desánimo. A veces, la vida se siente como un campo de batalla, y el enemigo, con sus flechas encendidas, parece estar siempre listo para lanzarnos un ataque tras otro. Pero, ¿qué está realmente poniendo en peligro nuestra fe? ¿Qué nos está haciendo tambalear, y por qué parece que a veces el suelo bajo nuestros pies se vuelve inestable?
Los enemigos de nuestra fe suelen ser sutiles, disfrazados de circunstancias adversas, pensamientos inquietantes o incluso palabras de quienes nos rodean. Estos enemigos nos susurran mentiras y dudas, nos presentan un panorama que parece desmoronarse y nos hacen cuestionar la verdad de Dios. De repente, las promesas que antes nos parecían inquebrantables parecen lejanas y distantes.
Es en esos momentos que necesitamos recordar la advertencia de Pablo en Efesios 6:16. Nos invita a tomar el escudo de la fe, ese instrumento poderoso que no solo nos protege, sino que también apaga las flechas encendidas del maligno. El escudo de la fe no es solo un símbolo de nuestra creencia, sino una defensa activa contra los ataques del enemigo. Es nuestra confianza en Dios, nuestra certeza de Su amor y Su fidelidad, la que apaga esas flechas incendiarias.
Pregúntate hoy: ¿Qué está encendiendo tus dudas? ¿Qué palabras o situaciones están intentando apagar la llama de tu fe? Cuando enfrentes estos desafíos, recuerda que el escudo de la fe está a tu disposición. No estás solo en esta batalla. El escudo de la fe es una promesa de protección, una garantía de que, aunque las flechas del maligno vuelen a tu alrededor, no pueden prevalecer contra la certeza de que Dios está contigo.
Levanta tu escudo, deja que la fe sea tu defensa. En lugar de ceder a la desesperanza y la duda, afirma con confianza la verdad de Dios en tu vida. Su amor no cambia, Su palabra es fiel y Su poder es suficiente para apagar todas las flechas del maligno. No permitas que los enemigos de tu fe te desvíen del camino. Mantén firme tu escudo y sigue adelante, sabiendo que en cada batalla, Dios está contigo y te da la victoria.
Oración
Dios gracias por este dia, creo que tu me has dado la fortaleza para avanzar en mi vida, por eso reprendo al enemigo ahora en el nombre de Jesus y creo que mi oración me permite creer con fe que tu presencia y amor esta obrando a favor de mi, no me debilito mas, sino que me fortalezco en ti, lo creo en el nombre de Jesus, este día será grandemente bendecido, lo creo amen.
No dejo que el enemigo debilite mi fe, me fortalezco con su palabra y sus promesas para levantar mi escudo 🛡
Amen
Dios es bueno y nos permite ganarle a los enemigos!
Amén
Tengo la certeza que ninguna flecha que me lance el enemigo, va prevalecer contra mi, porque Dios está conmigo peleando mis batallas. Dios me da la victoria