Mi refugio seguro

Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite! Salmos 18:2

En la vida, a veces enfrentamos momentos de miedo o incertidumbre, y buscamos un lugar seguro donde sentirnos protegidos. Este versículo nos recuerda que Dios es nuestro refugio, como una roca firme en la que podemos apoyarnos. Él nos cuida, nos protege y nos salva con Su poder. No importa qué desafíos enfrentemos, podemos confiar en que Dios siempre será nuestro escudo y nuestro más alto escondite.

Hoy, cuando sientas que necesitas un lugar seguro, recuerda que Dios está ahí, listo para protegerte y darte Su paz.

Oremos

Señor, gracias por ser mi refugio y por protegerme. Ayúdame a confiar siempre en ti, especialmente cuando los problemas parezcan grandes. Amén.