22 de enero 2025
NUTRIENTES- Es innegable la importancia de una buena alimentación en nuestras vidas. Comer de manera saludable fortalece nuestro cuerpo, nos protege de enfermedades y nos llena de energÃa para enfrentar cada dÃa. Pero, ¿qué hay de nuestra vida espiritual? Asà como necesitamos comida de calidad para nuestro cuerpo, también necesitamos nutrientes espirituales para fortalecer nuestra alma y espÃritu.
Cuando llenamos nuestro ser con "comida chatarra" espiritual —cosas como preocupaciones, placeres alejados de Dios, o actitudes que no agradan al Señor—, nuestro espÃritu se debilita. Nos sentimos decaÃdos, sin dirección, y con dificultad para enfrentar los desafÃos de la vida. Sin embargo, cuando buscamos los nutrientes que Dios nos ofrece en su palabra, en la oración y en su presencia, nuestro espÃritu se renueva, nuestra alma encuentra paz y nuestro cuerpo refleja la alegrÃa de una vida alineada con el Señor.
La Biblia nos dice:"Jesús les dijo: ‘Yo soy el pan de vida. El que viene a mà nunca pasará hambre, y el que cree en mà nunca más volverá a tener sed.’" (Juan 6:35, NVI)Cristo es nuestro alimento espiritual. Su palabra y su presencia nos nutren de forma que nada más en este mundo puede hacerlo.
Debes consumir:
La Palabra de Dios: Asà como el pan diario nos sustenta fÃsicamente, la Biblia es nuestro alimento espiritual. Cada versÃculo tiene el poder de fortalecernos y darnos dirección."No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." (Mateo 4:4, NVI)
La oración: Es la conexión directa con el Padre. Orar nos llena de paz, renueva nuestras fuerzas y nos ayuda a mantenernos firmes."Oren en el EspÃritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos." (Efesios 6:18, NVI)
La comunión con otros creyentes: Al igual que una comida compartida es más sabrosa, vivir en comunidad con otros cristianos fortalece nuestra fe."Considérense unos a otros para estimularse al amor y a las buenas obras." (Hebreos 10:24, NVI)
OREMOS:
Señor, quiero nutrir mi vida con lo mejor que tienes para mÃ. Ayúdame a dejar atrás las cosas que me alejan de Ti y a acercarme cada dÃa más a tu Palabra, a la oración y a la comunión con otros creyentes. Gracias porque Tú eres el pan de vida que satisface mi alma y me fortalece. En el nombre de Jesús, amén.
Gracias Padre Celestial por usar a Puro Dios como otro instrumento de nutrición espiritual, te Amamos DIOS nuestro.
Gracias señor, enséñame a nutrirme de tu palabra
Amén