Martes 24 septiembre
Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan. Bueno es esperar calladamente que el Señor venga a salvarnos. Lamentaciones 3:25-26
Vivimos en un mundo que valora mucho la velocidad. Somos la generación de "fast food" (comida rápida). Queremos que los medios de transporte, la internet y hasta las relaciones se muevan con rapidez. Nos gusta tener la información en tiempo real, los servicios de urgencia, las entregas rápidas. En fin, vivimos en una era más acelerada, que parece haber olvidado el valor de la espera.
Parece muy anticuado, pero recuerda que también hay preciosidades en saber esperar. No solamente porque así podemos saborear platos más elaborados y sabrosos o para solidificar relaciones más confiables y duraderas, sino principalmente, para que nuestro corazón pueda sentirse más sereno y perseverante.
Cuando buscamos a Dios, necesitamos aprender a desacelerar nuestras expectativas sabiendo que él es Señor del tiempo y que siempre hace lo mejor por nosotros. Espera en Dios con tranquilidad. Él es bueno y cuida de ti.
Oración:
Señor, en medio de la espera, dame paz y confianza en tus tiempos. Ayúdame a soltar mis miedos y a descansar en tu amor. Que mi corazón encuentre serenidad sabiendo que estás obrando, aun cuando no lo vea. Gracias por tu fidelidad en cada momento. Amén.
Tu fidelidad es grande!
Gracias Dios porque tus tiempos son perfectos, dame tu paz en medio de la espera sabiendo que todo obrará para bien
Amén 🙏
Dios dame paciencia en la espera
Amén 🙏