Una sola mirada a Jesús y todo cambia

8 de octubre 2025

“Y al mirar Jesús, le amó y le dijo: Una cosa te falta...” Marcos 10:21 (NVI)

Una sola mirada a Jesús y todo cambia. No fueron las palabras, ni los milagros, ni las multitudes lo que transformó la vida de tantas personas, sino el encuentro personal con Él.

Cuando Pedro negó a Jesús tres veces, el evangelio dice que el Señor lo miró, y esa mirada quebró su corazón.

No fue una mirada de condena, sino de amor que lo llevó al arrepentimiento. Cuando la mujer adúltera fue llevada ante Jesús para ser apedreada, Él la miró, y en esa mirada ella encontró perdón y una nueva oportunidad.

El joven rico también fue mirado por Jesús. Esa mirada reveló su vacío interior, mostrándole que todo lo que tenía no podía llenar su corazón. Así es Jesús: Su mirada no acusa, revela; no destruye, transforma; no condena, restaura.

Hoy esa misma mirada sigue buscándote. Jesús te ve incluso cuando tú sientes que nadie más lo hace. Te ve cansado, confundido o luchando, y aun así te ama. Si decides mirarlo a Él —por encima de tus circunstancias, de tus errores o del ruido del mundo—, todo en ti comenzará a cambiar.

Porque una sola mirada a Jesús basta para que el alma encuentre esperanza, dirección y vida.

Oración:

Señor Jesús, gracias porque me ves con amor incluso cuando me siento perdido. Hoy decido mirarte a Ti y no a mis circunstancias. Que tu mirada me transforme, me limpie y me devuelva la pasión por Ti. Amén.