Celebra la vida

11 de mayo

Que grandioso es tener el agradecimiento total, para poder celebrar el milagro de la vida

"Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él." Salmo 118:24

En medio de la rutina, los afanes y las preocupaciones, es fácil olvidar que la vida misma es un regalo precioso. Muchos se levantan quejándose por lo que no tienen, lo que falta o lo que salió mal ayer, pero hoy Dios nos recuerda algo simple y poderoso: ¡Este día es suyo! Y si Él te permitió abrir los ojos, es porque todavía hay propósito para ti.

Celebrar la vida no significa que todo esté perfecto, sino que reconoces al Dios que sigue obrando incluso en lo imperfecto. Es elegir ver los pequeños detalles con gratitud: el abrazo de un ser querido, la comida en la mesa, el sol que entra por la ventana, una oración respondida o simplemente el aliento en tus pulmones.

Muchas veces vivimos corriendo tras logros o comparándonos con otros, y olvidamos que la verdadera plenitud no está en tener más, sino en disfrutar más lo que ya tienes. El enemigo quiere que te enfoques en la escasez; Dios quiere que vivas desde la abundancia de Su gracia.

Hoy es un buen día para detenerte y agradecer. Para sonreír, para respirar profundo, para decirle a Dios gracias por tanto y vivir con alegría genuina. Porque cuando celebras la vida, celebras a Aquel que te la dio.

Oremos:

Señor, gracias por el regalo de la vida. Ayúdame a no dar por sentado lo que tengo ni a vivir como si todo fuera automático. Enséñame a ver tus bendiciones incluso en los días comunes, y a vivir cada jornada con gozo, gratitud y propósito. En el nombre de Jesús, amén.