¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos, que eso únicamente causa daño. Salmos 37:8
Todos luchamos contra la ira en algún punto de nuestras vidas.
Cuando nos enfadamos, es importante que no permanezcamos así, porque la ira es enemiga de la alegría. Cuando estamos continuamente enfadados con los demás, con nosotros mismos o con nuestras circunstancias, nos volvemos vulnerables a la amargura, la depresión, el aislamiento y el desánimo, todo esto nos separa de la alegría y las bendiciones que Dios desea darnos.
Hoy tienes una salida para esto y es acercarte a Dios, ÉL te guiará para que puedas ser más fuerte que tu enojo.
Los problemas que te hicieron enojar tal vez no desaparezcan, pero puedes afrontarlos con una actitud muy diferente. Hoy busca a Dios, ÉL de seguro te liberará.
Oración
Señor hoy vengo delante de ti, te entrego mis enojos libérame para llevar una vida apacible y sobre todo sin amarguras, amen.
Así es guárdame del enojo mi Señor
Amén, que la llenura de tu presencia eche fuera el enojo
Amen!!!
Amén🙏🏻