Decido SOLTAR

28 de septiembre 2025

“Sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.” — Efesios 4:32 (NVI)

El perdón no es una decisión fácil, porque muchas veces sentimos que quien nos ofendió no merece esa gracia. Pero perdonar no es un favor para la otra persona, es un regalo que Dios nos manda a darnos a nosotros mismos.

Cuando guardamos resentimiento, lo único que logramos es vivir cargados, amargados y detenidos en el pasado. En cambio, cuando perdonamos, el corazón se libera, la mente descansa y el alma experimenta la paz que solo Dios puede dar.

Jesús nos mostró el ejemplo más alto de perdón: en la cruz, aun sufriendo, dijo: “Padre, perdónalos”. Si Él nos perdonó cuando no lo merecíamos, ¿cómo no extender ese mismo perdón a los demás?

El perdón abre puertas: sana relaciones, restaura el corazón y nos acerca más al carácter de Cristo. Y sí, cuando perdonas, te va bien, porque tu vida se llena de paz, libertad y bendición.

Oración

Señor, gracias porque me perdonaste primero. Ayúdame a soltar todo resentimiento y a perdonar como Tú me perdonaste. Que mi corazón se mantenga limpio y libre para disfrutar la paz que Tú me das. Amén.