Existe un engañador

4 de septiembre

“Estén alerta y practiquen el dominio propio. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.” — 1 Pedro 5:8 NVI

La Biblia nos advierte con claridad: existe un enemigo real, y su principal arma es el engaño. Desde el principio, Satanás ha intentado distorsionar lo que Dios dijo. Así lo hizo en el Edén, cuando torció las palabras del Señor para confundir a Eva. Y lo sigue haciendo hoy, susurrando mentiras a nuestra mente: “no vales nada, Dios no te escucha, nunca cambiarás, tu esfuerzo no sirve.”

Pero Jesús nos mostró cuál es el arma más poderosa contra el engaño: la Palabra de Dios. Cuando fue tentado en el desierto, no discutió, no razonó ni debatió con el enemigo; simplemente respondió: “Escrito está…”. Esa es la clave de la victoria: refugiarnos en la Biblia, llenarnos de la verdad que desenmascara las mentiras.

Cada vez que dejamos de leerla, de meditarla o de vivirla, abrimos una puerta a la confusión y al engaño. Pero cuando permanecemos en ella, nuestra mente se fortalece, nuestro corazón se afirma y nuestros pasos se alinean con la voluntad de Dios.

No subestimes al engañador, pero tampoco lo sobreestimes. Recuerda que la verdad de Dios siempre será más fuerte que cualquier mentira del enemigo.

Oración:

Señor, gracias porque me has dejado tu Palabra como escudo y espada contra las mentiras del enemigo. Te pido que me hagas amar más la Biblia, que me des disciplina para buscarla cada día y sabiduría para aplicarla en mi vida. Declaro que ninguna mentira del diablo tendrá poder sobre mí, porque tu verdad me hace libre.