No se trata de hacer, sino de conocer

Miércoles 11 de diciembre 2024

A menudo, caemos en el ciclo de hacer y hacer. Nos esforzamos por cumplir con actividades religiosas, obras benéficas o metas espirituales pensando que nuestras acciones serán suficientes para acercarnos a Dios. Sin embargo, la Biblia nos enseña una verdad profunda: nuestro caminar con Dios no se trata de lo que hacemos, sino de conocerlo profundamente y vivir conforme a Su voluntad.

Oseas 6:6 (NVI), Dios declara:"Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos."Dios anhela una relación sincera, no una lista interminable de tareas cumplidas.

El mundo nos mide por lo que hacemos, pero Dios nos llama a acercarnos a Él para conocerle y disfrutar de Su presencia. María, la hermana de Marta, es un gran ejemplo. Mientras Marta se afanaba por los preparativos, María eligió sentarse a los pies de Jesús y escucharlo. Jesús le dijo:" María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará" (Lucas 10:42, NVI).

Esto nos recuerda que el verdadero propósito de nuestra fe no está en las obras externas, sino en una relación íntima con Jesús. Las buenas obras son importantes, pero son el resultado de un corazón transformado por conocer a Dios y experimentar su amor.

No te afanes tanto en lo que haces por Dios que olvides pasar tiempo con Él. Conocer a Dios es el fundamento de todo lo demás. Desde ese conocimiento, nuestras acciones reflejarán Su amor y carácter.

Oremos:

"Señor, enséñame a priorizar mi relación contigo por encima de mis obras. Ayúdame a conocerte más cada día y a vivir desde ese conocimiento. Quiero que mis acciones sean un reflejo de lo que Tú haces en mi corazón. Que mi vida no sea una rutina de actividades, sino un caminar íntimo contigo. Amén."