Obediencia, el imán de la bendición

17 de septiembre

"Si ustedes están dispuestos a obedecer, comerán de los frutos de la tierra." Isaías 1:19 NVI

El esfuerzo humano puede llevarnos lejos, pero tiene un límite. Puedes trabajar, planear y esforzarte al máximo, y aún así sentir que las puertas permanecen cerradas.

La Biblia nos enseña que lo que abre los cielos no es el sacrificio humano, sino la obediencia al Señor.

La obediencia funciona como un imán : atrae la presencia, la bendición y el favor de Dios a tu vida. Cuando eliges escuchar y seguir la voz de Dios, aunque parezca pequeño o incluso ilógico, estás alineando tu vida con su voluntad perfecta.

Y en ese alineamiento, las puertas que tu esfuerzo no pudo abrir, se abren con facilidad porque no dependen de ti, sino de Él.

Oración

Señor, enséñame a obedecerte por amor y no solo por obligación. Ayúdame a rendir mi voluntad, mis planes y mis fuerzas a Ti. Que mi vida sea un imán de Tu presencia, y que a través de la obediencia pueda caminar en la plenitud de lo que has preparado para mí. Amén.