Tu bondad es un refugio

Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la gente derramas sobre los que en ti se refugian. Al amparo de tu presencia los proteges de las intrigas humanas. Salmo 31:19-20

A veces sentimos que el mundo se nos viene encima: palabras que hieren, planes que fallan, personas que hablan sin conocer. Pero su palabra hoy nos recuerda que: Dios no solo es bueno, Él atesora Su bondad para aquellos que lo respetan y confían en Él.

Cuando te refugias en Dios, no estás solo. Él te protege, te cubre, y lo hace delante de todos, demostrando que Su presencia es tu lugar seguro. No importa lo que otros digan o tramen, la bondad de Dios es más fuerte que cualquier intriga humana.

Hoy puedes descansar sabiendo que Dios guarda lo mejor para ti. No está lejos ni distraído. Está cerca, con los brazos abiertos, listo para cubrirte con Su amor.

Así que, si hoy te sientes vulnerable, confundido o atacado, acércate a Dios con confianza. Él no solo te escucha, sino que ya tiene preparada una respuesta llena de amor y protección. No necesitas pelear solo, porque Su presencia es tu escudo y Su bondad es tu descanso. Refúgiate en Él, y verás cómo aún en medio del ruido, Él te da paz.

Oración

Señor, gracias por tu bondad inmensa. Gracias porque puedo refugiarme en Ti cuando el mundo me pesa. Protégeme bajo tu presencia y ayúdame a confiar, incluso cuando no entiendo lo que pasa. Amén.