Dios, dame la estrategia

27 de septiembre

“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” — Proverbios 3:5-6 NVI

Muchas veces enfrentamos situaciones donde la fuerza o el esfuerzo no son suficientes. Ahí es cuando necesitamos recordar que la diferencia no la hace lo mucho que sabemos, sino la estrategia que viene de Dios.

Josué no derribó los muros de Jericó con espadas, sino con una instrucción divina. David no venció a Goliat con armadura, sino con la estrategia de usar una honda. Jesús mismo enfrentó la tentación en el desierto no con gritos, sino con la Palabra de Dios.

La estrategia de Dios puede parecer rara o ilógica a los ojos humanos, pero siempre es perfecta. Cuando oramos: “Señor, dame la estrategia”, estamos reconociendo que necesitamos su guía en nuestras decisiones, batallas y sueños.

Oración:

Señor, no quiero caminar según mi propia sabiduría. Te entrego mis planes y mis luchas. Dame tu estrategia para avanzar, para vencer y para agradarte en todo. Enséñame a confiar en ti y a seguir tus instrucciones aunque no las entienda del todo. Amén.